12.10.09

Proceso de trabajo. Ambito de la prevención crítica

Hemos definido al trabajo como un eje conceptual de la psicología preventiva desde un enfoque crítico que busca transformar las condiciones de salud colectivas. Los acontecimientos que ocurren en el trabajo y respecto de lxs trabajadorxs plantean siempre dilemas y controversias que los sectores de poder reprimen material y simbólicamente. Exclusiones curriculares y profesionales son la contraparte que al mismo tiempo evidencia la legitimidad epistémica y ética del campo, como de praxis dirigidas a promover la salud de lxs trabajadorxs.
La relación de la salud en el lugar de trabajo, la condición de género como las condiciones de trabajo que se narran en el artículo a continuación, son analizadores que habrán de situarse tambien en las coordenadas de nivel general y particular de las clases y sus movimientos.



                        TERRABUSI Y LA INFANCIA
Ester Kandel
La crónica de los hechos en el conflicto actual, tapó uno de los reclamos en el período de la epidemia de gripe AHN1 y de las medidas promovidas por el Ministerio de Salud de la Nación, corroboradas por el de educación en la necesidad de suspender las actividades en lugares de concentración de niños/as y jóvenes.
La empresa no acató esta resolución de carácter sanitaria y es por eso que el día 3 de julio, los trabajadores/as realizaron el reclamo frente al edificio administrativo de la empresa. El incumplimiento de esta medida fue reconocida por la Vice-Ministra de Trabajo,  Noemí Rial cuando en declaraciones[i] referidas a la empresa dijo: “Lo empezó porque tenía que haber actuado en forma normal, como todas las empresas con la Gripe A.”, aunque no explicó, por qué tardaron  más de 20 días en intervenir.
Es obvio que si se cerraba el jardín maternal, los adultos responsables deberían haberse hecho cargo de los niños/as y para este caso la mayoría son mujeres. Esta medida implicaba cierto reconocimiento de reducción horaria y/o licencia.
Sin embargo  la empresa Kart Food, niega el pedido porque para garantizar la cuota de plusvalía apela a descabezar la comisión interna aún llegando a la represión directa con la fuerza policial.
Cuando analizamos las relaciones laborales en la década de 1990, en nuestro estudio decíamos[ii]:
Dos lógicas se contraponen en las relaciones laborales: una es la de la empresa y otra la de los trabajadores. Aunque impera la filosofía de la concertación de las clases sociales, los conflictos son permanentes. A veces se hacen manifiestos y otras permanecen latentes. La lucha principal en la Empresa en el período abordado  fue por la cuota de plusvalía[iii]. Los empresarios amparados por el congelamiento salarial y la reforma laboral llevaron a cabo el “plan de ajuste”. Pero el hambre de los miembros de las familias no podía esperar y es por eso que los trabajadores/as pelearon por la subsistencia, así como cuando el cuerpo no aguantaba dijeron “basta” frente a la intensidad de los ritmos de trabajo. De ahí las acciones encaradas por la mayoría de los trabajadores, para revertir esta situación, representados por la C.I.: hubo una pulseada, con algunos éxitos.
Para comprender la negativa de la empresa nos tenemos que remitir a las condiciones de trabajo de las mujeres en la sección envasamiento, que aquella no estaba dispuesta a resignarlas.
 SITUACIÓN DE LA MUJER 
La sección envasamiento: un enclave femenino
A partir de una visita a la planta de la Empresa T., se tomó contacto con el contenido del trabajo: la naturaleza de la tarea y la importancia estratégica del puesto. Esta información se completó posteriormente con las entrevistas y la lectura de las respuestas del cuestionario, donde se pusieron de manifiesto: la carga global del trabajo y sus efectos en la salud, las relaciones de género y la necesidad del jardín maternal. Asimismo, se pudo observar directamente que las mujeres están concentradas en la sección Envasamiento.
Las tareas que se realizan en esta sección, según el Convenio Colectivo de Trabajo, tienen una retribución menor. Es así como se pueden registrar diferencias en las remuneraciones entre las secciones Elaboración y Envasamiento.
Las tareas de la sección envasamiento, según la descripción que figura en el convenio, consisten, por ejemplo, en “acondicionar mercadería en bandejas y/o rejillas”, “envasar en cajas, latas, cajones y/o bolsas”.
Entrevistas 
En las entrevistas mantenidas con las compañeras trabajadoras, la conversación se centró en la descripción de los puestos de trabajo, especialmente en la sección Envasamiento, donde se concentran las mujeres, en la organización del trabajo, los ritmos y los turnos.
Una representante miembro de la Comisión Interna, la compañera a María Rosario , respondió a la convocatoria de esta investigación, lo que permitió obtener de manera directa información y resultados de experiencias sobre la situación laboral dentro de la empresa en general, y sobre la ubicación de la mujer en particular.
Las tareas principales de la sección Envasamiento son:
1- el orden y cuidado de los productos;
2- el envasamiento propiamente dicho;
3- la carga de paquetes en cajas.
El tránsito de la descripción a las entrevistas con trabajadores/as contacto vivencial, permitió asimismo tomar contacto con los efectos de los ritmos del trabajo sobre las trabajadoras, los reclamos, su sentido y los logros obtenidos.
Las trabajadores/as son seres en situación y que cada aspecto analizado está relacionado con la totalidad, y algunos temas y problemas fueron los siguientes
¿Cuáles son los ritmos de trabajo en la sección Envasamiento?
Respuestas:
- Línea Express: 45 golpes por minuto. La Empresa N. aumentó el golpe al incorporar dos máquinas nuevas. Antiguamente eran 30 golpes por minuto.
- Línea Club Social: 200 golpes por minuto.
- Línea Chocolate (Rodhesia, Tita, etc.): 120 golpes por minuto.
- Se cambiaron máquinas con mayor ritmo de trabajo, por ejemplo las de las líneas 4; 5; 16 y Club social. Estos ritmos fueron resistidos por medio de reclamos de la Comisión interna a la dirección de la empresa,.
¿Cuál es la diferencia con la sección Elaboración?
En la referencia al proceso de trabajo, se describen las tareas que se hacen en esta sección. En las entrevistas, tanto trabajadores como trabajadoras reconocieron que el preparado de la masa y el horneado tiene pausas y, por lo tanto, el modo de trabajo es más tranquilo.
¿Existe algún impedimento para que las mujeres se desempeñen en la sección Elaboración?
Las respuestas de los varones y mujeres entrevistados/as fueron negativas. Existe coincidencia en que algunas tareas son muy pesadas, como empujar bateas de 200 kg., pero se podría resolver esta cuestión con la utilización de una máquina autoelevadora.
¿Cuáles son las repercusiones en las trabajadoras?
“Salen cansadas, salen muertas, como dicen ellas: ‘estoy hecha bolsa, me duele la cintura la espalda, las piernas’...”, comenta María Rosario. Y agrega que no se implementa ningún tipo de ejercicio para aliviar estas molestias. Las operarias suelen tomar calmantes. El médico de la empresa, da un solo tipo de medicamento para todos los dolores.
“Todas las tareas son bastante sacrificadas”, continúa. Y puntualiza que hay dos que son las más sacrificadas: envasar y colocar.
“Las colocadoras tienen que levantar 5 ó 6 guías de galletitas en una mesa. La mesa trae 24 guías y cada trabajadora tiene que levantar el número indicado. Cada guía se coloca en la máquina. Lo que cuesta es ‘aguantar el ritmo’: te dan puntadas en la espalda, parece que te van a clavar dos agujas, parece que te vas a desmayar. Algunas compañeras dicen ‘me caigo arriba de la mesa’ y ‘me caigo tirada’, cuando salimos a las dos de la tarde. Algunas se van a dormir, porque no aguantan, pero las que están más jodidas son las que tienen hijos, la casa, lavar la ropa, cocinar. Hay que llenar la máquina para que no vaya vacía. El ritmo hay que cumplirlo, no existen posibilidades de modificación”, acota María Rosario.
Esta vivencia corrobora a la de las operarias entrevistadas que trabajaron en la década del setenta y del ochenta, cuando tenían que llenar treinta latas de galletitas en una hora: “era terrible”.
Las entrevistadas hicieron referencia a las condiciones de trabajo en las cuales se desarrolla el proceso de trabajo: relaciones de producción, formas institucionales, modos de organización. Estas condiciones explican el impacto sobre los trabajadores/as de la carga de trabajo, las enfermedades ligadas a los ritmos, los efectos en las secciones con altas temperaturas, la doble jornada laboral, los obstáculos para acceder a la categoría de operario calificado y la relación con sus compañeros.
Las trabajadoras de la Empresa T., son obligadas a realizar un esfuerzo de adaptación y de resistencia ante los factores de riesgo, para evitar daños. Su organismo está tan comprometido como sus dimensiones psíquicas y mentales.
Con respecto a la seguridad, se observa que en la planta estudiada no existe suficiente protección para evitar accidentes. En estos últimos años hubo un muerto y varios operarios se accidentaron, quedando afectadas sus manos. La empresa alega falta de presupuesto para revertir la situación. En esta cuestión, está también implicada la ART , pues no cumple con lo estipulado en el artículo 31 , donde se explicitan los derechos, deberes y prohibiciones que tienen las ART, los empleadores y los trabajadores.
Por otra parte, a partir de los relatos, se puede constatar que en la Empresa T. no se han incorporado los aportes de la Ergonomía. El profesional de la Empresa T., al medicar a todos los trabajadores por igual, no considera el modo de vida de cada uno de los afectados.
Otro aspecto que emerge de las entrevistas la otra jornada que realizan la mayoría de las mujeres, es decir la tarea doméstica, que no es remunerada. De ahí que subsiste un viejo problema de la mujer: la doble explotación, por ser trabajadora y por ser mujer.
¿Por qué las mujeres están concentradas en la sección Envasamiento?
“Se hace una gran concentración en la sección envasamiento por la practicidad de las mujeres, una vez que les enseñan la tarea, son muy rápidas, tienen mayor facilidad en las manos, y también el tema de las manos pequeñas, es más fácil”, responde María Rosario. Y agrega: “probaron con los hombres y dicen que son más torpes. Sin embargo, en el sector de las colocadoras, hay dos o tres compañeros colocadores y tienen la practicidad de las mujeres. Es todo cuestión de práctica. Me acuerdo que cuando nosotras entramos, no podíamos cortar ninguna guía, la apretábamos tanto que se hacían bolsa las galletitas”.
En cuanto al funcionamiento del jardín maternal, consideramos apropiado reproducir también lo recabado en el estudio mencionado:
“Cambió mucho lo del Jardín Maternal. Antiguamente funcionaba con cuidadoras sin títulos. Había muchos reclamos[1] porque los chicos estaban mal atendidos”, cuenta María Rosario.
La firma N. implementó otro sistema y tomó maestras jardineras. También hubo reclamos a la dirección del jardín porque faltaba más atención personal a los niños. Ante esta situación, la Empresa quiso cerrarlo, con argumentos basados en el ajuste, pero hubo una movilización muy grande para que continuara abierto y por mejor atención.
Por su parte, la firma K. F. lo tercerizó. La empresa que actualmente está a su cargo se llama D. Tienen maestras y talleres de pintura, huerta, deporte, etc.
La existencia del jardín maternal tiene su amparo en la legislación laboral y en particular en el Convenio Colectivo de Trabajo, en su Art. 63 donde se establece que: “Los empleadores que conforme a la legislación vigente se encuentren obligados a tener guardería en su establecimiento, podrán sustituir con el pago a la trabajadora de una compensación monetaria, previa conformidad de esta última. Esta compensación está destinada a pagar el costo mensual de una guardería externa y el empleador podrá requerir a la beneficiaria la presentación del comprobante de pago de la misma. El importe de esta compensación será convenido entre el empleador y la trabajadora y le será abonado desde el día en que la misma se reincorpore a sus tareas luego de la licencia por maternidad y por el período estipulado legalmente. Se deja establecido el carácter no remunerativo de la compensación monetaria fijada en este artículo”.
Podemos afirmar que el reclamo contra el cierre del Jardín Maternal constituyó un derecho adquirido en base a una necesidad. De ahí el espíritu de cuerpo para su defensa.
Esta actitud reafirma la importancia de dichos jardines para el desarrollo de la mujer[iv].
La importancia de este jardín maternal en la actualidad es doble, dado que cuando analizamos[v] este tema teniendo en cuenta la legislación laboral y educativa y su relación con las políticas públicas, la desprotección que existe sobre esta franja etaria.
El clima de terror que denunció Ramón Bogado[vi] se basa en la circular interna: “Todo el personal de Kraft deberá conducirse con buen trato, respeto y cortesía ante sus compañeros y supervisores. No serán tolerados actos de violencia física o verbal, los cuales será castigados con la máxima severidad y de conformidad con la normativa vigente”. Según los trabajadores/as se redujeron los tiempos de descanso y comidas y circula una versión sobre nuevas pautas de trabajo que pretenden implementar, corrobora lo señalado, sobre la cuota de plusvalía, que quieren garantizar.
La complicidad del sindicato con establishment es de vieja data y el Ministerio de Trabajo, según sus voceros no quiere que quede sentado un precedente de despidos de delegados, de ahí su ambigüedad ante el conflicto

                                                            Octubre de 2009





[i] Clarín, 1º de octubre de 2009.
[ii] Las relaciones de género en una empresa de la industria de la alimentación en la Argentina en la década de 1990 (caso T) web:ceil-piette.gov.ar y División sexual del trabajo-ayer y hoy - Una aproximación al tema. Editorial Dunken, 2006.
[iii] La fuerza de trabajo tiene un precio, que es la retribución que se percibe a través del salario. Por lo tanto, dice Marx, “el salario es la parte de la mercancía  ya existente, con la que el capitalista compra una determinada cantidad de fuerza de trabajo productiva. La fuerza de trabajo es, pues, una mercancía  que su propietario, el obrero asalariado, vende el capital. ¿Para qué la vende? Para vivir (...) “La aplicación de maquinaria para la producción de plusvalía adolece de una contradicción inmanente, puesto que de los dos factores de la plusvalía que supone un capital de magnitud dada, uno de ellos, la cuota de plusvalía, sólo aumenta a fuerza de disminuir el otro, el número de obreros. Y esta contradicción es la que empuja, a su vez, al capitalista, sin que él mismo lo sepa, a prolongar violentamente la jornada de trabajo, para compensar la disminución del número proporcional de obreros explotados con el aumento no sólo del trabajo excedente relativo, sino del trabajo excedente absoluto. (Cap.13 y cap. 7 del Capital. Plusvalía: “Simple materialización de tiempo de trabajo excedente puro y  simple”.
[iv] En un trabajo realizado en la década del ochenta en la Universidad de Londres[iv], se asevera  lo siguiente:
-          “El modo en que cada sociedad reparte los recursos laborales de que dispone entre la creación de ingresos y la crianza y educación de la generación siguiente varía mucho de una a otra, pero, a todo evento, en los países occidentales industrializados se suele suponer que son primordialmente las madres quienes han de cuidar y ocuparse de los niños (...).
-          Hasta la fecha, los porcentajes de participación laboral de las mujeres en las economías industrializadas sólo se ha acercado a la de los hombres allí donde existen guarderías públicas para los niños de edad preescolar (...).
-          Los distintos tipos de guardería tienen otras funciones y pueden surtir otros efectos tales como dispensar enseñanza a los niños en edad preescolar y facilitar la socialización de los niños. También pueden influir poderosamente en lo que atañe a la maternidad, puesto que contribuyen a facilitar la opción entre el deseo de tener hijos y el ejercicio de una actividad profesional”.
Además, se afirma la relación que existe entre la extensión de la jornada escolar y el tipo de jornada laboral de la mujer (tiempo parcial o total), y entre la proporción de niños que van a una guardería y la de madres que tienen un trabajo remunerado.
[v] Kandel, Ester. Jardines maternales  Problemas actuales, legislación y políticas públicas. Argenpress, 25 de agosto de 2009.
Kandel, Ester. Informalidad y precariedad en las guarderías. Argenpress,23 de septiembre de 2009.
[vi] Clarín, 2 de octubre de 2009.




.